Sinopsis:
Son tan radicalmente distintos,
¡que están inevitablemente condenados a enamorarse!
El inflexible y altivo Wulfric, duque de Bewcastle, se siente solo en su propiedad,
convertida en una fortaleza inexpugnable donde solo tenían cabida los otros
Bedwyn, sus queridos hermanos. Pero ahora ya están todos casados, y la casa
está triste. Quizá por eso decide aceptar pasar unos días con unos conocidos,
donde coincidirá con Christine Derrick, el reverso de su moneda: es
desconcertante, irrespetuosa, plebeya, no se deja impresionar por él, ¡e
incluso ha osado rechazarlo!
Opinión
personal:
Los
Bedwyn es una de las series imprescindibles para las lectoras de novela
romántica histórica, la leí —y la disfruté— en su momento; y ahora que estoy
en uno de esos momentos en los que lo poco que se traduce no termina de
convencerme y, ¿por qué no decirlo?, otras publicaciones (no pretendo
generalizar) no son para mí… llegan tiempos de relectura.
Es
el último de la serie y, si bien muchas veces no es tan importante leerlos en
orden —se puede leer de forma independiente porque los hermanos aparecen de
secundarios, pero no influyen en la historia— en este caso, sí lo considero recomendable ya que el duque es un
personaje recurrente en todas las entregas anteriores y lo vamos conociendo
poco a poco y, además, se avivan las ganas de leer su historia y ver quien será
la que lo ponga en su lugar.
No
puedo negar que duque y estirado, ya tiene todos los números ganados, pero he de añadir que lo considero un personaje redondo ya que la autora no decide
cambiar su personalidad al final, ni darle más ternura ni restarle seriedad: él
es así y, como muy bien se dice en la novela: por un lado, está el duque y, por
otro, el hombre.
Wulfric
no podría ser más serio, más imponente, más hermético, más dictatorial… ha
centrado su vida en sus responsabilidades y obligaciones y su sola presencia
hace que el resto de la sala se cuadre. Desde niño le marcaron a fuego cual
debería ser su comportamiento y lo que estaba totalmente prohibido, de tal
forma, que ahora es casi incapaz hasta de sonreír. No obstante, siempre las
acciones son las que marcan el carácter de las personas y, por mucho que se
empeñe, a lo largo de la novela la autora nos va demostrando que tras esa gran
coraza de hielo se encuentra un hombre de honor, responsable, protector y con
un corazón enorme que ni tan siquiera él cree tener.😍
Christine
es totalmente opuesta. Es divertida, sonriente y una joven viuda a la que las
normas le importan bien poco; con un atractivo incontenible, que conquista sin
buscarlo. Es una mujer totalmente espontánea, algo que le acarrea más de un
problema —quizás la autora se ha pasado un pelín en ciertas escenas— pero ¡qué
bien me lo he pasado con sus pequeños desastres involuntarios! y creo que son un recurso recurrente para romper con la seriedad del duque y oponer más al personaje.
Wulfric
no puede evitar sentirse atraído por esa personalidad arrolladora, aunque sabe
que es lo opuesto a lo que necesita y ahí empiezan los problemas para él.
Ambos
deberán luchar contra la fuerte atracción que sienten y el duque de Bewcastle
no tendrá más remedio que ir adaptando sus decisiones ante los enfrentamientos
con Christine.
La trama general es algo previsible: polos opuestos que se atraen e, incluso, me ha recordado, en general y de forma vaga, a uno de los grandes clásicos de la literatura. No obstante, ha sido un verdadero placer descubrir el grandísimo personaje que ha construido la señora Balogh a lo largo de la serie y la forma magistral con la que va desvelando a su personaje. Creo que se nota que es de los que adora. Pese a su seriedad, le ha quedado un libro lleno de humor, algo no muy habitual en sus escritos. Es un libro que disfrutas, no tan solo por esos escenas concretas de Christine, sino por esa personalidad tan carismática que la autora trasmite de forma sublime con las contradicciones tan humanas del duque.
Las conversaciones entre ellos no tienen desperdicio, son estupendas, así como la evolución de su relación con la creciente admiración que se crea entre ellos.
Como
en todas las novelas de Mary Balogh, la ambientación es precisa y detallada, apenas
se nota al normalizar situaciones que eran tan cual, y que ahora nos pueden
parecer chocantes. Sin embargo, lo que hace de esta novela tan especial, es el gran trabajo en la construcción de
personajes a los que va detallando mediante escenas que parecen aleatorias. No
se vale de explicar al personaje, sino que lo pone en situaciones y a través de sus reacciones, el lector lo va conociendo, y lo hace de una forma que me ha
parecido estupenda.
Me
veo incapaz de explicar lo mucho que me ha gustado, creo que es una novela
redonda: divertida, tierna, con un duque estirado —a los que adoro— y una
protagonista determinada y fuerte, independiente y con fuerte carácter.
Tan
solo por llegar a este libro, creo que merece la pena leer la serie entera. Y
si no sois de series, dadle una oportunidad a Wulf, creo que como a otras
muchas lectoras, os va a enamorar ♥.
En pocas novelas un monóculo ha tenido tanto protagonismo y significado.
Esta
serie la reeditó en formato digital la editorial Selecta, a muy buen precio,
aprovechad 😉
Pepa
Hola :)
ResponderEliminarLa autora es de mis preferidas, es imprescindible para mí en el género de la histórica. Tengo ganas de volver a leer algo de ella.
Besos
¡Hola!
ResponderEliminarTe entiendo perfectamente. Para mí también es tiempo de relecturas.
Me alegro que hayas disfrutado a tope con esta novela. Soy seguidora de esta autora. A mí me gustó mucho pero por algo que se me escapa no la disfrute tanto como tú. Quiero recordar que, para mí, la protagonista no estaba a la altura de semejante duque pero no me hagas mucho caso, leí la novela recién publicada. Eso sí, Pepa, Wulfric es el duque por excelencia, siempre me ha parecido el más auténtico de los nobles que he leído. 🧐😂
Tengo en mente darle un repaso a la serie, que me gustó mucho más que las últimas series que se vienen publicando de la autora.
Un 😘
¡Hola!
ResponderEliminarEsta novela la leí hace un tiempo y recuerdo poco, lo que sí es que Wulfric me sacó de quicio, quizá ahora si la vuelvo a leer cambie de opinión, no sé. Tengo algunas novelas que quiero aprovechar y leerlas en digital, ahora que las tenemos en ese formato. Un besote!!!
Madre mía, tú haciendo relectura de esta historia...y yo sin haber leído, aún, ninguno de la serie! Lo cierto es que tengo muy aparcada la bibliografía de esta autora, y siendo sincera, no entiendo porqué siempre la voy retrasando, porque recuerdo que, lo poco que he leído suyo, me gustó.
ResponderEliminarVoy a buscar esa edición que comentas de Selecta y ver si encuentro a ese duque estirado que tanto te ha gustado, y creo que la prota femenina va a ser una de las que tanto me divierten.Besos!
¡Hola! Tenemos ganas de leer a esta autora, así que no lo descartamos.
ResponderEliminarBesos
hola
ResponderEliminarme alegro mucho que hayas disfrutado tanto de este libro, yo lo dejo pasar... Mary Balogh y yo no nos gustamos demasiado.
Gracias por la reseña
Besotessssssssssss
Hola Pepa!!
ResponderEliminarSe lee interesante, gracias por la recomendación y reseña. Siempre cae bien volver a releer los libros que nos gustan.
Besos💋💋💋
Hola:
ResponderEliminarMe paso muy muy por encima porque justo estoy terminando el primero de esta saga. Si comentas que está tan bien, seguiré. Además tengo ganas de ver que hace la autora con Wulfric. Ya te dije por insta que me gusta como narra y ambienta, pero en tema romance me deja fría.
Besos