Valle de sueños de Beatriz Manrique

Sinopsis:

«Frívola, altiva, insípida en su conversación y carente del atractivo necesario para despertar el interés de cualquier hombre que se preciase de serlo».

Melissa Andersen pertenece a una familia acaudalada de Green Bay, junto al lago Míchigan, una ciudad a la que acude buena parte de la sociedad de Chicago durante el periodo estival. Uno de ellos es Craig Donovan... Un hombre, cuyas palabras la han lastimado más de lo que está dispuesta a admitir.

«De aspecto mediocre, tedioso, falto de modales y desprovisto de toda cualidad para atraer la atención de una mujer de su clase».

Craig Donovan se ha trasladado a Green Bay, ante la insistencia de su socio y amigo, con la intención de establecer contactos comerciales que favorezcan sus negocios, a pesar de que en las veladas y los salones de baile, se encuentre con Melissa Andersen... Una joven, cuyas palabras lo han herido más de lo que está dispuesto a reconocer.

Melissa vigila a Donovan con el propósito de eludirlo. Craig examina los salones con el único objeto de evitar la presencia de la señorita Andersen. ¿Qué podría suceder por compartir espacio en la misma estancia?

Calificación:

Opinión personal:

* Candidata al Premio literario Amazon 2020 *

Nueva novela independiente de Beatriz Manrique, otra autora a la que sigo muy de cerca y con la que me gusta estar al día.

En esta historia cruzamos el Atlántico y nos trasladamos al siglo XIX, a América del norte, a dos emplazamientos muy distintos: en primer lugar, pero no durante muchas páginas, a la rica sociedad de Chicago que, aunque con pocos títulos nobiliarios, dista poco de la acostumbrada londinense: clasismo, envidias, hipocresías; más tarde, y la parte más interesante, al valle de Sonoma.

Una novela que se centra mucho en la relación cercana entre los dos protagonistas. Y, pese a que su comienzo resulta algo accidentado, un buen ejemplo de que el roce hace el cariño ¿o quizás no?

Melissa, una joven que me ha dejado bastante perpleja con su capacidad de adaptación a las situaciones, diremos ¿complejas?, sin duda, tan alejadas de su entorno habitual. Me ha gustado verla esforzándose no para agasajar al hombre sino por simple cabezonería —algo con lo que me siento muy representada—. 

Pero, sobre todo, me ha gustado la forma paulatina en la que Beatriz Manrique nos va descubriendo a través de sus ojos lo muy equivocada que está con respecto a Craig. Me ha gustado que no sea perfecta, que tenga rabietas, que sea altiva, que se enfade y que se de cuenta de cuan equivocada está en otras ocasiones. Me ha gustado su despertar a la vida real fuera de los algodones que te protegen cuando tu familia aparentemente cuenta con medios.

Craig viaja por negocios a Chicago, pero tras esos caros trajes y ese porte algo altivo, se esconde un hombre de gustos sencillos, de pasado duro y hecho a sí mismo. Me ha parecido un personaje encantador, de los que te va conquistando con cada frase, pero, sobre todo, con cada gesto. Se presenta como personaje absoluto de muchas de las escenas tiernas que contiene el libro.

Si algo quiero destacar es, gracias a una buena ambientación, lo mucho que nos vemos inmersos en lo que sería el típico día a día en una pequeña cabaña. Los quehaceres diarios —de los que he adorado aún más a Craig—, con esa visión moderna y tan poco machista que, bien seguro, prevalecía en la época.

También me ha gustado el entorno y cómo, gracias a la historia, he sabido de temas tan diversos como el nacimiento de la época del oro negro en América o de empresas de transporte exprés. —Siempre comento lo que disfruto cuando, a través de las lecturas, se puede aprender parte de la historia. Diré, además, que me ha gustado la estructura que ha escogido la autora, pues es algo voluntario que deja para las que realmente queremos saber más, no interrumpiendo la lectura, sino al final de la novela amplía y desarrolla esas partes, para las que, al igual que yo, necesitan saber más—.

La relación entre ambos me ha gustado mucho. Admito que al principio iba un poco/muy perdida y que había ciertas actitudes y comportamientos que no me cuadraban nada. ¡La autora ha sabido engañarme y eso me encanta! Pero, al final, todo queda cerrado y explicado. Eso me lleva a comentar que, por un lado, tiene la parte positiva de que estamos ante unos sentimientos que nacen poco a poco, gracias al contacto estrecho (mucho) entre dos personas que no terminan de llevarse bien y, también, sienten ciertos prejuicios. Por otro lado, cuando todo se desvela, ves que no todo es así. ¿Confuso verdad? Cuando una autora me descoloca, me gusta mucho

Si le pudo poner algún «pero», es al tema de los secundarios. Me han gustado mucho, todos. Y ojalá la autora tenga pensado escribir la historia de alguna de las parejas que aparecen. Pero he de decir que cuando, en algunos pasajes, esos secundarios le roban tanto protagonismo a la pareja principal es que hay algo que desencaja.

Sobre el final, como algo muy personal, me ha parecido demasiado perfecto.

«Valle de sueños» ha sido una lectura con la que he disfrutado. Con un ritmo pausado, pero con una relación interesante en la que ella opone resistencia, casi contra ella misma; y él se tiene que esforzar (no mucho, porque es un encanto) en romper el muro.

Sé que me repito, me ya sabéis que estas historias en las que se desarrolla el día a día de una pareja, en el que vemos la evolución de sus sentimientos, son las que me hacen leer este género.

En su conjunto, ha sido una lectura dulce y pausada, de las que disfrutas porque te alegran la tarde. Beatriz Manrique es una autora con la que congenio, amena, entretenida con un buen estilo y documentación y con historias bonitas.  
Una lectura que recomiendo.

Datos de interés: Ficha de la novela - Ficha de la autora - Web de la autora - Booktrailer: 

Pepa