No hay manera de Anna Casanovas

Sinopsis:

¿Qué haces cuando en la cola para matricularte en la universidad aparece un chico que hace que te cuestiones la decisión más importante de tu vida y después desaparece sin dejar rastro?

Esto es lo que le sucede a Martina el día que conoce a Leo, con quien comparte una tarde de confesiones y una mágica conexión que nunca antes había sentido. Leo, que se esfuma como si nunca se hubiesen conocido y reaparece años más tarde para poner su mundo patas arriba de nuevo. Leo, que la busca, le rompe el corazón y parece destinado a interrumpir su vida cuando menos se lo espera.

Cuando se le presenta la oportunidad de hablar con él cara a cara para exigirle explicaciones, Martina no lo duda: aislados en una cabaña en medio de las montañas, sabe que Leo no podrá huir y evitar darle las respuestas que se merece.

Opinión personal:

Calificación:

Tantos años preguntándonos por la historia de Martina que creo que ha sido todo un bombazo que al final, además, Titania se haya animado a reeditar toda la serie y es, también, ¡una perfecta ocasión para leerlos todos juntos!

Conocí a la autora con su novela «Diez años y un instante» y desde entonces he leído todo lo que ha publicado. Ya sabéis que no soy mucho de leer romántica contemporánea, pero es que, como siempre digo, Anna Casanovas escribe de una forma que consigue llegarme. Y no es fácil.

Martina es una mujer encantadora. Me quedo con esa tierna inocencia del principio y con ese corazón enorme del final. Es una protagonista a la que le coges cariño y con la que es terriblemente fácil sentirte identificada. Me ha traído recuerdos entrañables.

Me han gustado sus matices. Tierna y dulce a la vez que fuerte y determinada. Abrazada por todos sus hermanos, es capaz de encontrar fuerzas y determinación para ir tras sus sueños. Creo que hay que ser una mujer muy fuerte para seguir sus propios instintos. Es una mujer adorable.

Leo ha sido más problemático. Un hombre carismático al que le cuesta perder ese misterio que muestra al principio. Su dirección inamovible me ha llevado a más de un disgusto. Creo que sus decisiones son muy comprensibles. No obstante, como personaje hay momentos en los que no ha sido santo de mi devoción. Su vida es una lucha continua entre lo que debe y lo que quiere.

Me quedo con sus virtudes y sus defectos, porque si algo se puede decir de esta novela es que los personajes cobran vida propia.

Su historia está dividida en dos partes, pasado y presente, separadas en el tiempo y que se van alternando a lo largo del libro. La primera me ha encantado, me ha parecido preciosa, aunque llena de complicaciones y pequeños obstáculos. Casi todos tienen nombre propio -no diré cual.

«No hay manera» es una historia de segundas oportunidades. El principal escollo es la opacidad de Leo, sus motivaciones y sus decisiones han influido en la vida de ambos, sin preguntar; y ahora, pasados los años, ha llegado el momento de volver a tomar decisiones.

Estamos ante una historia aparentemente sencilla, sin embargo, al mismo tiempo, se tocan temas complejos y seguramente personales, al menos en cuanto a la relación entre la profesión de protagonista femenina y autora. Quizás no al nivel experiencia, pero sin duda, muchas de las situaciones en las que se ve envuelta pueden ser un claro reflejo de la situación actual del mundo de la escritura y la publicación. Una crítica que consdero que merece un gran aplauso.

Lo más duro, quizás lo que no se explica, pero se adivina. Creo que detrás de las palabras de Leo hay todo un mundo que la autora es capaz de resumir en un par de frases. La habilidad de hacer que nos imaginemos escenas sin contar absolutamente nada. Una escena en concreto me ha dejado totalmente tocada porque, tan solo imaginármela, me he quedado blanca.

Ya sabéis que no soy muy fan de la narración en primera persona y es lo que peor he llevado, ese recurso que está ahora tan de moda y que suele gustar tanto a otros lectores: la combinación de capítulos narrados alternativamente por cada uno de los protagonistas. Es algo ideal para llegar a conectar de pleno con los sentimientos de la persona que narra, pero siempre me queda la sensación de que me pierdo los sentimientos del otro personaje. Es una técnica que aquí resulta muy efectiva, realmente consigue su propósito e, incluso con las narraciones de Leo, con el que sigo teniendo mis dudas, han conseguido tocarme la fibra. No obstante, al mismo tiempo, sigo sin poder acostumbrarme.

La contemporánea no suelo leerla. Anna Casanovas es de las pocas porque es una autora que consigue emocionarme. La novela cuenta con frases preciosas y escenas de lo más bonitas. Es una lectura que te deja con una sonrisa cuando la terminas, y pese a que sigo debatiéndome entre el perdón o no, tan solo por leerlas, merece la pena la novela; al fin y al cabo, es la decisión de Martina.

A veces en lo sencillo está la mayor complejidad.

He empezado la casa por la ventana y eso me ha restado entusiasmo, cualquier lectora que lleva años esperando el final de «los Martí», mostrará mucho más que yo. No obstante, no lo confundáis, seguramente hubiera disfrutado más de la lectura conociendo a todos los hermanos, pero mis ansias me pueden en muchas ocasiones. Como a cualquier lectora, me falta tiempo para leer todo lo que quiero y, a veces, es demasiado complicado ponernos al día con autoras que nos gustan; así que, sí, tenía esta serie pendiente y la sigo teniendo porque he ido de cabeza a leer este último. Ahora no me queda más remedio que ponerme al día con la historia del resto de hermanos —algo que pienso hacer durante este año; de entre todas, la que me ha generado más expectación ha sido la de Alex y Sara —las que habéis leído esta novela, seguro que sabéis por qué. ¿Contadme, por favor, cuál es la vuestra?

Datos de interés: Ficha de la novela - Ficha de la autora - Web de la autora

Pepa