El lobo y la rosa de Zahara C. Ordóñez

Sinopsis:

«En medio de la tormenta descubrí que el refugio más seguro no era una mano humana, sino la boca del lobo».

Victoria de Vergara es una joven de la burguesía malagueña que lleva una vida monótona y llena de lujos, bajo el ala de su madre y su hermano mayor, dueños de una de las grandes ferrerías del paisaje industrial de la ciudad. Tiene diecinueve años y, como toda muchacha de su condición, está destinada a unirse en matrimonio con alguien de su entorno y clase social. Consciente de que ese momento está por llegar y de que no es ella quien ha de elegir a la persona con la que habrá de pasar el resto de su vida, asume el papel que le ha tocado desempeñar en la sociedad.

No obstante, Victoria sueña con descubrir el amor y con el día en el que pueda tener voz para decir todo lo que piensa; aquello que los libros que tanto adora le han enseñado. Un día descubre que hay alguien dispuesto a escucharla. Alguien que pone patas arriba todo su mundo y que hace tambalearse los cimientos de su existencia: Julián Withmore, un joven terriblemente apuesto y de mirada irresistible, sobrino de Agustín de Herrera, íntimo amigo de su familia.

Victoria y Julián se conocen en el entierro de don Agustín, en un día gris y tormentoso. Ella se enamorará perdidamente de él; de sus ojos azules y profundos como el océano, de su forma de tratarla; y él verá en Victoria cuánto desea. Pero las cosas no serán como ninguno de los dos esperan, y el camino que emprenden juntos les arrojará a una tempestad donde el amor y la amistad cobran un nuevo sentido.

Sus destinos, a merced de la tormenta, cambiarán para siempre

Opinión personal:

Calificación:

Es el primero de una trilogía, recomiendo no leer la sinopsis de la segunda entrega para no spoilear quien ganará el corazón de la dama.

Escogí esta novela para el reto #RETOLOVE4ROMANCE que organiza el blog Mi rinconín de lectura.

Para el mes de marzo toca una novela que transcurra en España y esta se sitúa, parte en Málaga y parte en la zona del parque de Despeñaperros.

Diría que, aunque con el mismo hilo temporal, está dividida en tres partes.

La primera, y la que se describe en la sinopsis, es la presentación de la gran protagonista, «la rosa», su mundo, su vida en Málaga como una joven acomodada y perteneciente a la alta burguesía. Una joven que ha vivido demasiado protegida por la familia y que, quizás debido a eso, siente una voluntad férrea de escoger por sí misma y tomar sus propias decisiones. Justo esa rebeldía que puede permitirse alguien acostumbrado a no carecer de nada, provoca que tome una nefasta decisión.

Julián es un hombre acaudalado, o eso parece, de buena familia y posición, rodeado con algo de misterio y al que, poco a poco, veremos en realidad. Su personaje me ha parecido de lo más realista porque, bajo esa ropa y esa buena presencia se esconde alguien que cuesta imaginar, pero sin duda, resulta demasiado creíble y veraz.

Casi llega hasta la mitad de la novela y, mi opinión, ocupa demasiado espacio, porque Julián no es el único candidato al corazón de Victoria, quizás por eso cuenta con demasiado ventaja frente a sus otros dos, ¡sí dos! contrincantes: Nicolás y Elías.

Nicolás es un joven que ayuda a llevar la venta a su madre, seguido siempre por una loba, es un encanto, preocupado siempre por ayudar a los demás y con el sueño de convertirse en médico.

Elías es un guardia civil de la zona cuyo principal cometido es encontrar a los maleantes que tanto daño están haciendo en la zona. El uniforme parece atraer sin remedio a las jóvenes impresionables.

De ambos, lo primero que puedo decir es que son guapos y buenos mozos. Los dos se quedan prendados de la joven la primera vez que la ven. Y poco más sin desvelar demasiado de la historia. Tampoco es que sepamos mucho más sobre ellos, más que sus orígenes. He conocido más a Nicolás.

Creo que debo aclarar que estas novelas en las que la autora juega a varias bandas no son muy de mi agrado. Dos pueden ser interesantes, pero tres me parecen ya multitud y, para mí, demasiadas posibles parejas como para que, al final, no porque no me resulten interesantes, sino, como ha pasado, no termine de creerme mucho el amor.

Victoria me ha parecido muy voluble. Creo que es algo que le puede pasar perfectamente a una joven con la inocencia que el desconocimiento provoca y con la protección de la que ha disfrutado durante toda su vida. Pero, el hecho de que cada vez que vea un hombre sin camisa suspire por él y sienta lo que siente, me ha terminado descolocando. Y, peor aún, pensando que sus sentimientos no tenían la profundidad que deben tener en una novela romántica. —sé que no me explico mucho, pero no puedo detallar más—.

En «El lobo y la rosa» no son dos hombres los importantes, sino tres.

Después de esa primera parte, algo lenta y extensa para lo que después encontramos, la historia se traslada al parque de Despeñaperros. El día a día de una pequeña venta toman la batuta de la historia, me ha parecido más una novela histórica que romántica. Ha habido muchas partes en las que me he encontrado muy descolocada, parecía que la historia no avanzaba y la autora se demoraba más en explicarme el modo en que Rosita saca agua de un pozo que en desarrollar relaciones —aquí entramos en temas muy personales—.

En ella conoceremos a una serie de personajes, todos interesantes y con carácter propio que resultan amenos —más aún si disfrutáis de las novelas costumbristas ambientadas en la península— Hacen su entrada una banda de maleantes y la autora introduce un pequeño/gran misterio en torno a la figura del Lobo. Todo trascurre de forma lenta y pausada, con algunas partes más interesantes, demasiada picardía en otras, y una historia de trasfondo de malos y buenos que me ha interesado más que con quien terminaría la protagonista, pues llegado un punto entre tanto hombre sin camisa, ya me daba igual con quien terminara la joven.  

Creo que, con una primera mitad del libro  más directa, haciendo tanto hincapié en la relación de Julián y Victoria, hubiera disfrutado mucho más del conjunto de la novela.

Y entramos de lleno en la tercera parte, donde las aventuras dan un giro y ese ritmo pausado se vuelve precipitado y en un par de capítulos todo termina.

En su conjunto, me ha gustado mucho más el estilo y la ambientación, que la historia contada. Con una estructura en cuanto a la extensión al presentar personajes y relaciones que se entablan, muy desigual. La importancia de ciertos personajes resta espacio para que la autora desarrolle con mayor profundidad la pareja real —no puedo olvidar que, en una novela romántica, el eje de la historia ha de girar en torno a ese romance.

El estilo me ha gustado mucho, quizás no sea del gusto de todas las lectoras, pero me gustan esas florituras y esa forma arcaica de hablar. La disfruto mucho. Quizás haya pasajes que resulten demasiado descriptivos y que esa narración aporte poco y ralenticen la historia —sí, creo que hay partes que no son necesarias— sobre todo al principio. Pero como novela costumbrista me ha resultado interesante, los diferentes estilos de vida entre el campo y la ciudad; entre los de bien y los que tienen que trabajar duro para poner un plato en su mesa; esa diferencia entre las clases sociales tan alejadas, está muy lograda y es lo mejor de la novela. Se nota la buena documentación que ha hecho la autora, —aunque no veo la necesidad de detallar al final toda la bibliografía que ha usado. Creo que no hay que demostrar nada, ¿o sí?

Ha sido mi primer contacto con la autora, no creo que sea lo último que lea de ella. Investigaré sobre el resto de sus publicaciones para evitar esos tríos que tan poco me gustan. 

Datos de interés: Ficha de la novela - Ficha de la autora - Web de la autora

Pepa